lunes, 23 de enero de 2012

El Reflejo del Angel

Una joven iba caminando por un oscuro sendero en el bosque.El viento soplaba suavemente, y el sol pintaba el atardecer de naranja, despidiéndose de la tierra.El Bosque era un sitio muy hermoso, pero quizá algo siniestro.Los arboles eran gruesos y altos como torres, retorcidos como enormes serpientes que salían de la tierra.La muchacha caminaba tranquilamente, como si no tuviese nada que temer, aun siendo tan tarde.Llevaba un bolso de tela negra, y una larga túnica verde, con una capucha que ocultaba su cabello castaño oscuro; aun así, se podía ver un poco de el pantalón y la remera larga negros que llevaba debajo.Era un lugar peligroso, pero no parecía importarle.Caminaba sin rumbo, simplemente hacia adelante.Pero parecía que tendría que pasar la noche en el bosque.Pudo ver unas siluetas en el horizonte, acercándose.Pero probablemente ya la habrían visto, no tenia el mas mínimo esconderse.Una vez que se encontraron, los tres hombres se pusieron enfrentados a ella, sin permitirle pasar. -¡Oye tú, danos lo que tienes en esa bolsa, ahora!-Dijo uno de ellos, sonriendo.Al parecer no habían notado que era una chica, por la oscuridad. -Muévanse.-Dije.La presencia de esos hombres era realmente irritante. -¿Es que no has escuchado?Tu dinero, ¡ahora!-Dijo otro, casi gritando, y con una daga en su mano. Apenas termino la frase,desenfundé mi espada, con tranquilidad y velocidad, y atravesé con ella al hombre que tenia mas cerca, que cayo inmediatamente al suelo.Los otros inmediatamente intentaron apuñalarme.Podía sentir su carne cediendo en cada estocada,la sangre manando, la calidez de sus alaridos.Sufrieron la misma suerte que su compañero, y terminaron en el suelo, en medio de un enorme charco negro de sangre.Yo caminé alrededor de ellos, deleitándome con la ultima mirada de sus vidas, en esos ojos que me observaban, silenciosos y aun atónitos.Ya no tenían fuerza para gritar.Me detuve junto al que me había amenazado y me agache para verlo mejor.Todavía tenia la daga entre sus manos, rojas con su propia sangre.
Era un objeto realmente hermoso, con joyas incrustadas en el.Era obvio que no le pertenecía.Lamí un poco de la sangre en la que estaba empapada.Amarga,muy amarga.Pero deliciosa en cierto modo. -Gracias.-dije, con algo de frialdad, y atravesé una vez mas al hombre que agonizaba.Hubiese sido mas cruel aun dejar muriendo lenta y dolorosamente.Dejo de moverse, y, en un par de minutos, ya no respiraba.Hice lo mismo con los demás,y me aleje de esa escena, tan serena como antes. Había perdido bastante tiempo.Camine un par de horas mas, hasta que la luna estaba alta en el cielo, y el cansancio me impidió dar un paso.Era un hermoso paisaje.Me detuve frente a un árbol,y me senté en la suave hierba.Pocas veces había dormido en un lugar tan cómodo. Recuerdos sueltos aparecieron en mi mente,dispersos, extraños, cada vez que parpadeaba.No lograba entenderlos, solo podía sentir.Algunos transmitían felicidad, otros desesperación.. Y justo cuando estaba por perderme dentro de mi misma, me dormí, aun intranquila. Desperté en un lugar aun mas cómodo.Notar el cambio me sobresaltó, y me incorpore inmediatamente.Estaba en una cama, dentro de una casa extraña.Tenia vendas en mis viejas heridas en los brazos, que ya no me ardían.Al parecer también habían cambiado las vendas que cubrían mis antebrazos, aunque yo las usaba por simple comodidad. La habitación estaba vacía, y no había muchas cosas, ademas de la cama, y una silla al pie de esta que tenia mi capa y la funda de la espada, que estaba roja y sucia de sangre seca.Me incorporé, rápidamente, tome mis cosas, me puse la capa, y salí de la habitación con la daga en la mano, nerviosa y alerta.Vi un pasillo algo corto, que terminaba en una habitación grande.Fui allí, todavía cautelosa, y pude ver una mesa con comida en ella.Había un hombre y una mujer jóvenes almorzando. -¿Quienes son? ¿Porque me trajeron a este lugar?-exclame casi gritando.Quería irme inmediatamente.No estaba nada cómoda en ese lugar, con personas merodeando por allí. -Ah, has despertado! Mi esposo paso por donde estabas a la mañana y te trajo aquí, pareces algo herida ¿que te sucedió?-dijo la mujer,quizá intentando ser amable. -Me iré.-respondí, y ambos se levantaron de la mesa.Un escalofrió recorrió mi espalda.¿Porque se acercaban?-¡ALÉJENSE DE MI!- La mujer dio un paso adelante y dijo -¡Espera!¡No puedes irte todavía!¿Has matado a esos ladrones, cierto? Debemos ayudarte, has hecho justicia a muchas personas!- -No, no, ¡NO! ¡Yo no soy un perro de la justicia!-Y corrí hacia lo que parecía la puerta de salida.Estaba desesperada, no quería que me tuviesen en esa casa ni en ningún otro lugar fijo.Pero la mujer me agarro el brazo, insistiendo.Casi enloquezco-..Por favor..-me dijo, suavemente. -A veces, ayudar no es bueno o bien recibido-le dije, y con la daga le hice un corte no muy profundo en el cuello a la joven, que me soltó automáticamente.-En especial cuando no la merecen.-Y, corriendo, me aleje de aquella casa de pueblo.Pensándolo bien, no se como me controlé.En ese estado paranoico en el que estaba, podría haberla cortado en pedacitos del tamaño de su ojo. Atravesé el poblado entero con rapidez, dado que había unas pocas casas, y volví a la profundidad del bosque. Una vez allí, me sentí mucho mejor. No me agradaba esa mujer, ni su esposo, ni su casa.Continué caminando, como antes.Era el mediodía, y tenía mucha hambre, así que improvise una comida a base de frutas que encontré en el camino.No me agradaba, pero saciaba un poco el apetito.Ya tendría tiempo de comer comida de verdad. Sentí un ruido a mis espaldas.Alguien mas estaba allí.Me dí vuelta.No vi a nadie, de modo que siguió caminando, alerta.Sabia que alguien me estaba siguiendo.Y si era esa mujer de nuevo, no iba dejarla ir con vida. -Sal de ahí.Si eres inteligente, sabrías que debes tener cierta distancia si sigues a alguien.¿Quien eres?-Dije, deteniéndome. Una voz extraña respondió a mis espaldas, luego de unos instantes. -Lo siento.-Yo me voltee, para ver al espía.Era un joven de aproximadamente mi edad,delgado, con el cabello negro corto y alborotado, algo pálido.-Mi nombre es...- -No me interesa tu nombre.No te conozco.Solo vete.-Dije yo, y continué caminando.Me sorprende la paciencia que tuve en ese momento. -Eh!¡Espera!-Respondió el chico, alcanzándome.-No puedo ir contigo?- -Tienes a donde ir, seguramente familia, ...hermanos, o alguien...No importa a donde vayas, solo VETE.-Y fulmine al chico con la mirada. Continué caminando, nuevamente, en aquel sendero desierto.Podía sentir los negros ojos del chico posados en mi nuca, pero aun así no me detuve.No estaba apurada, pero no deseaba detenerme.Simplemente caminaba, sin un rumbo, a la deriva. El se adelanto de nuevo, insoportablemente insistente.-¿Puedo ir contigo?Por favor- En ese momento me daba igual si el se moría o seguía caminando, así que asentí con la cabeza.No tenia muchas ganas de matarlo, todavía no me había molestado por nada; lo cual era raro, porque las personas insistentes conmigo generalmente terminaban muertas. Y continuamos caminando.Para su suerte el era tan callado como yo, aunque yo lo era porque no tenia con quien hablar.Supuse que a el simplemente no le interesaba. De modo que continué, con el siguiéndome unos pasos mas atrás.Era justo como estar sola, caminando en aquel sendero, con mi propia sombra agarrada de mi mano, haciéndome companía. Llego el atardecer, y no habíamos comido nada.Yo solía comer solo por la noche, pero estaba segura de que el no estaba acostumbrado.Sin embargo, no dijo una palabra de queja.Cuando la noche estaba próxima, un venado solitario paso por el camino, a lo lejos.Me quede inmóvil un momento.Quería cazarlo, pero solo tenia mi espada, y seria algo difícil acercarme a el sin hacer ruido.Entonces le deje mi bolso a mi silencioso compañero, le dije que se quedase quieto en su lugar, y trepe a un árbol.Camine por las retorcidas y negras ramas, en silencio, con el atardecer pintando el cielo.Cuando llegue a la rama que estaba arriba del venado, me prepare para saltar con el puñal, mientras el animal pastaba.Era joven, y me extrañó que estuviese solo. Salté a su lado.El animal, asustado, comenzó a correr inmediatamente, pero, para su mala suerte, sus cuernos se atoraron en unos arbustos, y yo lo apuñalé repetidamente, hasta que dejo de moverse... Esa noche comí hasta explotar.El cocinó la carne al fuego, pero yo siempre preferí la carne cruda, porque en mi opinión, conserva el sabor. Pase bastante tiempo, (nunca tuve una buena noción del tiempo, pueden pasar años y recuerdo exactamente todo, pero no mido cuanto tiempo paso, de modo que no se cuanto) viajando con ese extraño chico.El se acostumbro fácil a las muertes, la sangre, y a mi enferma sonrisa cuando alguien moría, sin decir nada al respecto.El nunca asesino a nadie, y eso a veces me irritaba un poco. Muchas veces hubo periodos en los que desaparecía.No por mucho tiempo,solo un par de meses;pero aunque yo nunca lo espere ni demostré ganas de que volviese, el siempre regresaba.A veces hablábamos, cuando ambos teníamos ganas de hacerlo, y era muy interesante.Pero nunca me dijo nada sobre el.Simplemente hacia preguntas.Una vez, recuerdo perfectamente que me dijo: -Dawson...Alguna vez te has preguntado...a donde estamos viajando?-Era una pregunta fuerte.Y el la dijo, sabiendo que estaba arriesgando su vida si yo tenia un ataque de ira.Pero, de algún modo, esa frase pareció activar algo en mi..Miles de recuerdos y imágenes pasaron por mi cabeza, cosas que antes no recordaba, o no sabia.Y entonces lo comprendí, y cerré los ojos por un momento, para intentar asimilarlo. Recordé a Wanderer, recordé mi odio hacia ella, mi vida entera, las preguntas que yacían todavía latentes en mi,el dolor, las dudas, y recordé a Ahren.Supe que debía apurarme.Era medianoche, pero aun así, me incorpore, apague la fogata y empece a caminar.Quería llegar, por fin.Demasiados años vagando en círculos habían gastado mi tiempo en vano.El intento seguirme, y no volvió a decir nada , pero, en cierto modo, le agradecía haber formulado esa pregunta.Aunque no sabia ni me interesaba demostrarlo. Mi vida nunca tuvo sentido.Yo siempre fui un ser extraño y marginado que no deseaba interactuar con los humanos.Porque, con mis nuevo recuerdos, supe que yo no era humana.Supe que había pasado décadas con la misma edad exacta.Supe que la muerte de demasiadas personas recaía sobre mis hombros.Supe que un recuerdo en mi moría cada vez que asesinaba a alguien.Y, con el pasar de los años, ya no tenia pasado.Ese pasado había vuelto, de repente, sin avisar.No sabia quien era, que era, y que me estaba sucediendo.Pero recordaba a la perfección un nombre, que me traería todas las respuestas.El otro nombre, era mas importante aun, pero no sabia porque. No estaba demasiado lejos, y mi viaje final, mi único viaje, llegaría a su fin en poco tiempo, lo sabia. El pasado ya no era una hoja en blanco.Pude ver todo en mi mente, en un flashback que pareció durar horas, mientras un enorme rompecabezas terminaba de completarse. Pude verme junto a Wanderer y Ahren cuando eramos jóvenes, tratando de lidiar con una creadora que vivía charlando con seres inexistentes,y que no entendía en donde estaba.El recuerdo de esa mujer aun me atormenta, como un adelanto de en lo que me podria convertir el tiempo.Wanderer era físicamente igual a mi, pero eramos muy distintas en cuanto a casi todo.Ahren solo podía diferenciarnos porque ella tenia los ojos de un marrón mucho mas rojizo que el mio.El era el mas humano de todos.Resultaba algo extraño creer que no lo era, porque, aunque Wanderer y yo teníamos cuerpo de aspecto humano, nuestra actitud, nuestras expresiones y decisiones, a la larga nos delataban.Teníamos una conexión muy especial, y la mas fuerte de las dos era ella, de modo que siempre me utilizo para conseguir sus objetivos.Pero Ahren parecía un chico normal, de ojos grises y cabello castaño, mas alto que nosotras.Y, por mas que yo sabia que no podíamos envejecer, nunca supe exactamente como nuestra creadora nos habia hecho.Porque ella no era nuestra madre.No eramos parecidos, no habíamos sido niños ni teníamos necesidad de respirar.Pude comprender que nos había creado probablemente en su ultimo acto racional, sabiendo que cuidaríamos de ella.Pero paso el tiempo, décadas y siglos, y ella no mejoraba, ni nosotros envejecíamos.Y tuvimos que asesinarla, para no dejarla vivir una eternidad de demencia.Yo tuve que hacerlo, porque Wanderer jamas hubiese matado nada, y Ahren estaba conteniéndola a ella.Recuerdo haber tomado lo único de valor en esa pobre casa en el medio del bosque, la espada que estaba en una pared, y, con determinación, le puse fin a su vida.Pude sentir la sangre entibiando el acero, pude ver su rostro sonriendo cuando moría, y contemple el enorme charco rojo que cada vez era mas grande.Y ese mismo día, decidí que no podía vivir eternamente en ese lugar, y les dije a Ahren y Wanderer que debíamos salir de allí.Pero ella no quiso, y lo arrastro a el en su decisión, manipulándolo como siempre, consciente de cuanto yo lo quería, sonriente y fingiendo inocencia.Pero yo siempre supe sus intenciones y como era ella, como mi reflejo invertido, tratando de imitarme y hacerme sufrir.Y cuando estuvimos a solas me acerque a el, y le dije que necesitaba que me acompañe, que lo necesitaba.Y lo bese, esperando sentir algo, en vano.El solo se dedico a mirarme con compasión por unos instantes, mientras yo me desangraba de dolor por dentro.Yo no estaba reflejada en sus ojos.Y antes de que pudiese decir algo, me di vuelta y me fui.La prefería a ella. Por años solo pude sentir dolor en mi exilio voluntario, asesinando todos los humanos que se interponían en mi camino, evitándoles una vida en la que sufrirían como yo.Enviándolos a aquella paz que yo no podía tener por mi cobardía. Mis recuerdos eran viejos,pero como si siempre hubiesen estado ahí, escondidos en algún recóndito lugar de mi mente, aguardando la hora de regresar.Y, por mas fasinacion que me provocase, no podía evitar sentir dolor, mucho dolor, y mas odio del que pude sentir nunca.A Wanderer por ser igual de fría que yo y tener a Ahren y aun así destrozarlo, y a mi, por no ser lo que el merecía.Deseé ser otra persona de con una fuerza inimaginable, mientras lagrimas de rabia surcaban mi rostro como un cristal limpio un día de lluvia. Y entonces volví al presente.Tenia que ir ahí.No tenia idea de que iba a hacer, solo sabia que alguien iba a morir en mis manos.Como siempre, mi compañero de viajes estaba a mi lado, como una sutil sombra.Quizá noto que yo tenia mejores personas que asesinar, porque comenzó a hacer mas preguntas que antes. -Dawson...¿Que eres?-dijo. -No lo se exactamente.Solo se que no puedo morir de causas naturales.Esa pregunta ya implica que sabes que no soy humana, me pregunto como...No importa.-dije.Sabia que en algún momento el se daría cuenta, pero no pensé que tan rápido.Seguramente mi actitud me había delatado. -Estamos buscando a alguien en especial, ¿cierto?-dijo, luego de un rato.Me sorprendió que dijese eso en plural, como si mi objetivo fuese también suyo.Su cara parecía mas pálida a la luz de la luna plena de aquel campo, como un fantasma que venia a hacerme companía a medianoche. -Si, pero no se exactamente quien.Puedo hacerte una pregunta yo?-dije.Supongo que se sorprendió.Nunca le había hecho una pregunta, y yo no sabia que podía pasarme, y había solo una cosa que quería saber. -Claro.-dijo el, con curiosidad. -¿Como...te llamas?- -Strom.No es un nombre muy bonito, pero no me importa mucho.- Hice silencio y seguí caminando.No parecía un nombre para el, pero ya me acostumbraría. Las sombras se fundían en la oscuridad de esa noche tan perfecta, donde las estrellas parecían ser un mapa antiguo hacia la nada, hermosas, frías y prometedoras. Pronto, el campo dejo ver un bosque en el horizonte, alentándome a llegar con su mortal silencio. Sonreí en la oscuridad por primera vez en demasiado tiempo,tanto que mis labios ya casi habían olvidado la calidez de hacerlo. Observe a Strom unos segundos.Parecía haber notado mi sonrisa, y fruncía la boca como si demasiadas preguntas quisiesen huir de ella. Y llegamos.Por fin.Estuve a punto de decirle a Strom que se fuera, pero el conocía los peligros que conllevaba estar conmigo. El bosque estaba igual que como lo recordaba.Parecía estar suspendido en una primavera eterna que prohibía tener miedo alguno, con sus arboles viejos y altos, y las flores tapizando el verde suelo.El cielo anunciaba la llegada del alba, y los pájaros comenzaban a cantar. Llegue a la cabaña.Estaba mucho mas hermosa que antes, cuando la madera estaba podrida y las ratas merodeaban. Wanderer estaba de pie en la puerta, con una clara expresión de odio. -¿Para que has vuelto?-dijo Wanderer, amablemente.-¿Deseas acaso quedarte aquí?Debiste haberte despedido de mi la ultima vez, hermana.- -Los humanos tienen hermanos.No nosotros.Vine por ti.Por tu vida.Alguien morirá en esta mañana, y solo deseo que seas tu- -¿Como puedes decir eso?¿Es que no te duele?Siempre fuiste tan cruel, Dawson...¿como puedes hacer tanto daño sin que te afecte?Aborrezco a los humanos porque no son capaces de cuidar de su entorno ni de si mismos, destruyendo todo.Repentinamente, eres tan irracional como ellos.- -No soy irracional.Por años me torturaste utilizándome.Yo jamas me queje de ello, porque solo quería una cosa.Pero nunca lo hiciste, nunca dejaste de manipular a Ahren de que yo era cruel, que yo era la causa de la locura de nuestra creadora...No viviré tranquila si se que todavía existes.¿Realmente eres tan hipócrita como para decirme cruel?Me fui harta de ser tu herramienta.¿Donde esta Ahren?-Dije, con rencor.El caído aire de la mañana hubiese sido muy bonito, pero hablar con ella, finalmente, enturbiaba el aire que parecía pesado como si estuviésemos hablando en el fondo del océano, con la presión en mis hombros.Lancé mi bolso hacia donde estaba Strom, que contemplaba la escena inmutable a mis espaldas. -Muerto-Respondió Wanderer, fingiendo dolor y señalando un roble con una cruz dibujada con rojo en su tronco. Era la respuesta que menos esperaba.Por unos segundos, todos mis músculos, mi cuerpo y mi mente se mantuvo inmóvil, sin pensar nada.Ahren era un ser muy débil y puro para ella ¿Como había podido....?La ira que tan bien conocía se iba acumulando en mi mente, dándome una fuerza con la que hubiese podido levantar una montaña.Todos los recuerdos viejos se repetían una y otra vez, como una película rota que nunca terminaría.Una única negra y fría lagrima se me escapo, como queriendo buscar a alguien.Y desenfunde mi espada.Wanderer debía morir. Corrí hacia ella gritando de dolor e ira, mientras ella me esquivaba sin esfuerzo alguno, diciendo:-Nunca dije que yo lo había matado...Era muy inútil.Simplemente me canse de su amor, demasiado humano como para ser bueno.Yo vivo solo para el bosque, nadie mas el mi dueño.- Yo no contestaba, solo me esmeraba en dar la estocada certera que necesitaba.Ella abrió la puerta de la cabaña, y entro mientras me esquivaba, sonriendo inocentemente.La madera estaba pintada de negro, y en esa habitación solo había un vidrio circular en el medio de la habitación. -¿Todos estos siglos simplemente has matado personas?Es patético y lamentable.Eso muestra cuan poco sabes de que eres, Dawson, estas desaprovechando todo tu potencial, nosotros tenemos ciertas habilidades que los humanos no, y aun así no las utilizas!Te has estado alimentando de la energía que emana de ellos al morir, estas viviendo como un simple parásito de humanos, sin saberlo.En sueños podía verte viajando a la medianoche, sola.Lo malo de la eternidad es que tu vida no tiene sentido.Deberías saberlo antes de desaprovecharla con esa vulgar esperanza de que no es así.-Decía, sonriente y corrió agilmente detrás de vidrio.¿que pensaba?¿que la protegería?Era menos inteligente de lo que yo creía en ese caso.Me detuve en frente al vidrio y deje inmóvil mi mano con la espada, había algo muy extraño, una sensación que me alteraba.No era un vidrio, era un espejo. -Al fin y al cabo, somos solo espíritus inhumanos que venimos a cuidar de ellos, no importa lo que hagamos, Dawson.Tú balanceas el mundo casi como un ángel de la muerte, y yo el de la vida.No soy yo la que es un reflejo malvado...Eres tu quien esta dentro del espejo.-Dijo,metafóricamente.Solo intentaba confundirme y controlarme, como siempre.No podía ser así. Grité con desesperación y miedo, y rompí el espejo.Detrás estaba ella, desafiante, quizá esperando que yo volviese a ella.Me acerque y ella no se movió. Lance una estocada ágil, atravesándola una y otra vez hasta que no pudiese regenerarse.Ella solo seguía sonriendo y cayo al piso.mirando un punto fijo en el techo, y su expresión pareció sorprendida y asustada, cuando toco su pecho y sus manos quedaron negras. -Tu eres el reflejo-dijo, susurrando-Yo no puedo morir...-Y pude ver, como tantas otras veces, como desaparecía un brillo en sus rojos ojos y se apagaba su vida, con una macabra sonrisa.Yo la vi en el piso, como un reflejo dañino cuya sombra todavía estaba allí, y me fui corriendo hacia donde estaba el roble con la cruz, y, shoqueada y desesperada, me arrodille, y comencé a sacar la tierra con mis manos.Estuve mucho tiempo escavando hasta que encontré algo.Mis manos estaban llenas de tierra y mi propia sangre por las raíces que me lastimaban como a un humano.No quería regenerarme, esa pequeña porción de dolor no era nada comparado con el que había en mi pecho.Y cuando parecía que estaba a punto de abrirme en dos de sufrimiento, toque algo, y saque un poco de tierra mas.Era su mano, blanca,casi sin piel inerte y helada, a la que me aferre por tanto tiempo que no se exactamente cuanto.Yo lo había matado, al dejarlo solo con Wanderer cuando era obvio que algo así pasaría.Había tanto que el no sabia, y jamas iba a saber... Hasta que supe que nada ni nadie iba a volver, y enterré su mano de nuevo, temerosa de desenterrarlo por completo, de ver todo su esqueleto, y sus grises ojos en sus cuencas, mirando al cielo eternamente.Me quede de pie, inmóvil de nuevo,congelada, desorientada y adolorida.Y sentí una mano en mi hombro, me di vuelta y lance una estocada con la daga.Era Strom.Y, afortunadamente, solo había hecho un corte algo profundo en su blanca mejilla, que mancho su cara de sangre, pero se regenero luego de un rato. -No..no eres humano?-dije. -No.Al principio solo te busque para conocerte, pero luego me quede porque me di cuenta de que me necesitabas.Dawson.Deja de hacerte daño.Deja este lugar.Ven conmigo.-Dijo, y tomo mi mano. -No! Te mataré como hice con Ahren!-dije,con un tono de voz entre asustado e iracundo y pude sentir mis ojos empañándose por la sangre negra.-No te das cuenta que destruyo todo lo que conozco?-E hice un ademan señalando la cabaña y el árbol. El solo sonrió, apretó un poco mi mano y dijo:-Tomaré ese riesgo.De todos modos, no me creo tan fácil de destruir- Nos fuimos caminando justo al contrario como vinimos,con un silencio que parecía perfecto y me hacia desea que nunca terminara, uno a la par del otro, mientras el cálido sol del mediodía entibiaba mis mejillas y mis manos sucias y negras de muerte; y un zorro gris se escabullía entre los arbustos.

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